El principal objetivo de la rinoplastia es el de moldear la nariz para hacerla más armónica con el resto de los rasgos faciales.
Generalmente se realiza a través de incisiones dentro de la nariz. En algunos casos, se debe realizar además una incisión en la parte inferior, entre los orificios nasales. La cicatriz con el tiempo apenas es perceptible.
La nariz puede ser achicada o reconstruida, tratando las estructuras que le dan sostén, esto puede hacerse quitando o agregando cartílago. La piel y los tejidos blandos con el tiempo toman esta nueva forma de la nariz.
Si además de la forma de la nariz padece algún problema nasal funcional, estos pueden tratarse en la misma cirugía, mientras se tratan las alteraciones externas.
Luego de la cirugía es esperable incomodidad, edema e inflamación. Se coloca un yeso que habitualmente se retira a la semana postopersatoria. Mientras el trabajo no incluya actividades que puedan aumentar la presión arterial, podrá reintegrarse al trabajo en aproximadamente 10 días.






