Cáncer de piel
La incidencia de cáncer de piel ha venido aumentando con el correr de los años. La prevención, detección temprana y el tratamiento correcto, son fundamentales para reducir la incidencia y las posibles secuelas estéticas.
El cáncer de piel se divide en dos grandes grupos; el cáncer de piel melanoma y cáncer de piel no melanoma.
La cirugía Micrográfica de Mohs está indicada para tumores de piel no melanoma El cáncer de piel no melanoma, es la neoplasia más frecuentemente diagnosticada, a pesar de que la mortalidad de cáncer de piel no melanoma es baja, estas lesiones son responsables de considerable morbilidad, así como de secuelas funcionales y estéticas.
Los síntomas más importantes son prurito y hemorragia en una lesión que cura parcialmente, para luego volver a ulcerarse. El borde perlado es característico en casi todas las formas clínicas.
Cirugía Micrográfica de Mohs
Es un procedimiento quirúrgico utilizado para remover las mencionadas lesiones cutáneas malignas. Es un procedimiento con varias etapas en los cuales se va extirpando el tumor en la medida que el mismo es evaluado microscópicamente, para determinar si es necesario continuar con la resección.
El procedimiento se realiza básicamente en tres etapas fundamentales:
1) Resección de la lesión
2) Fijación y cortes de la muestra
3) Evaluación de la pieza al microscopio
La pieza es resecada y marcada de forma tal que luego es cortada en capas, estas son evaluadas por el patólogo al microscopio para verificar si la lesión fue resecada en su totalidad, de no ser así, se repite la etapa hasta resecar toda la lesión.
Las principales indicaciones son lesiones ya operadas que han vuelto a aparecer, lesiones de gran tamaño, lesiones agresivas en su crecimiento, su cirujano y su dermatólogo le indicarán cuál es el tratamiento ideal para cada tipo de lesión.
La reconstrucción puede tratarse en el mismo momento o diferirse, dependiendo de la complejidad de la misma y de la necesidad de realizar un procedimiento bajo anestesia general.
El procedimiento se realiza bajo anestesia local y en forma ambulatoria, la duración depende del tamaño de la lesión y de la cantidad de etapas que deban realizarse para asegurar la resección completa de la lesión. Usualmente toma entre 30 minutos y una hora.